A la luz de la luna


A la luz de la luna, es un canto a la humanidad, a sus pesares y alegrías. Es la melancolía de un corazón que evocando el dulce recuerdo de la madre dice:  “Aún llevo en el alma su dulce sonrisa y el beso que le diera aquella tarde y cuando un penar profundo me roba la risa, permiso pido al cielo para ver a mi madreEs la voz que se alza firme para denunciar la maldad encubierta, la perversión camuflada, de los depredadores de la inocencia y la risa de nuestros niños; es la palabra serena que sacudiéndose del dolor fluye liberada de rencor mientras declara: “qué importa pues su crueldad aparente o el proceder injusto de su corazón, si aún es dulce el agua de mi fuente, mi cielo luce pleno de estrellas fulgurantes, de gratos aromas hablan mis senderos y, de amor desborda mi corazón entero”. Es el abrazo que anima, el beso que conmueve.  Es finalmente el canto de victoria, que quiere compartir sus azulinas melodías mientras celebra el anhelado encuentro con el rostro del amor y que describe en: "frente a tu imagen, mi voz se vuelve verso y le de dice adiós al pérfido infortunio".

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